
Aprende a cuidar de su mejor amigo.
Toda la diversión, sin líos ni alergias.
Un ensayo para su primera mascota real.
Pasea contigo y mueve su colita.
Te “habla” con ladridos y canciones.
Su primer compañero de juegos y aventuras.
¿Por qué funciona?
Este simulador de mascota crea un entorno de aprendizaje sin riesgos. Su interactividad enseña la relación causa-efecto, pilar fundamental del cuidado y la empatía.
Crea un hábito de cuidado en 3 pasos
Dale un nombre y asígnale su primera tarea de cuidado.
Explícale que sus ladridos significan 'necesito tu atención'.
Establece una rutina para 'pasearlo' y 'acostarlo' a dormir.
Preguntas frecuentes
1. ¿Pero no es solo un juguete? Se apaga y listo, ¿qué responsabilidad enseña eso?
Es el primer paso. Aprende la rutina de cuidar y atender a su amigo, creando el hábito de la empatía sin el riesgo real.
2. ¿Y si mi hijo se aburre de él a los dos días como con todos los juguetes?
Esa es la primera lección. La responsabilidad es cuidar de tu amigo incluso cuando la novedad desaparece. Es una prueba real de constancia.
3. ¿No hará que después me pida un perro de verdad con más insistencia?
Al contrario. Le ayuda a entender que tener un compañero implica un compromiso diario, no solo un capricho pasajero.
4. Me preocupa que si no lo cuida bien, se sienta como un fracaso.
No hay fracaso, solo aprendizaje. Es un espacio seguro para practicar la empatía y el cuidado sin consecuencias ni presiones reales.
5. Suena genial, ¿pero es otro de esos juguetes ruidosos que acaban sin pilas?
Sus sonidos son para interactuar, no para molestar. Enseña a responder a sus 'necesidades', fomentando la atención activa.